martes, 25 de marzo de 2014

God Bless America

Buenas de nuevo:

Os traigo una reseña de una película de 2011 que pasó sin pena ni gloria por la cartelera española bajo el aberrante título de "Armados y Cabreados", lo que irremisiblemente se tradujo en que no la vio ni el tato porque el título llamaba a engaño sobre lo que el film ofrecía. Una comedia de tiros, ¿no? Pues sí, pero no.


El planteamiento no por sencillo deja de ser intelectual, con lo cual puede haber gente que sienta auténtico rechazo ante lo que nos propone Bobcat Golthwait, director de la película y a quienes algunos recordaréis en el papel de Zed en "Loca Academia de Policía", en fin, las vueltas que da la vida.


Frank es un hombre divorciado con una hija insoportable que no le hace ni caso,que vive solo y hastiado de esta sociedad ególatra, consumista, hipócrita y ajena al respeto a los demás, y una vez que pierde su trabajo y le diagnostican un tumor cerebral decide quitarse la vida no sin antes acabar con algún símbolo de la podredumbre social que invade a su país.


En esa aventura conoce a la que será su alter ego, una chica de 16 años que comparte con él su frustración y su visión de un mundo que debería ser mejor.


Bien, esto es la introducción y no comentaré más respecto al argumento, pero como podéis observar se trata de una especie de Bonnie and Clyde en el siglo XXI, con críticas en absoluto veladas a los valores que la sociedad de hoy en día acepta como moralmente superiores porque han sido impuestos por los medios de comunicación, en busca del control del individuo.


Los dos actores están muy bien. Joel Murray lleva el peso de la película, y en verdad puedes identificar la rabia contenida de este pobre hombre en un abanico de matices que ofrece sobre todo en la primera parte de la película. Evidentemente se ayuda del estupendo guión que escribe el propio Golthwait, con diálogos ágiles y monólogos no moralistas, sino indignados y llenos de rabia con los que muchos de nosotros nos sentiremos identificados. Por su parte, la joven Tara Lynne Barr resulta un grato descubrimiento y aporta un necesario toque de humor en el papel de la joven que ve en Frank la salida a su aburrida e insulsa vida. Juntos, y a pesar de la diferencia tanto física como de edad, tienen muchísima química y la película lo agradece.


Bobcat Golthwait no es ningún novato en esto de la dirección, pues lleva ya tres películas a sus espaldas, las cuales tengo que reconocer que no he visto, pero al menos en esta "God Bless America" hace uso de un sentido del ritmo perfecto a la hora de hacer avanzar el film, tomándose el tiempo necesario para presentarnos al personaje y hacernos entender su situación. No le hace ascos a la sangre, pero tampoco se regodea en la violencia gratuita, y consigue dotar a la película del humor negro que este tipo de historias necesita para calar en la conciencia del espectador.


Como he dicho antes, puede que algunos sientan ciertos reparos a la hora de juzgar la actuación de nuestros protagonistas, y se puede cuestionar si es moral o no, pero lo que queda es un mensaje potente y claro, una crítica satirizada de una sociedad que se ha convertido en una carrera por alcanzar la fama, a cualquier precio y sin importar quién quede en el camino.


Dura, violenta, bonita y entrañable. Totalmente recomendable.