lunes, 30 de septiembre de 2013

JFK

Buenos días:

Esta entrada debería haber sido una reseña de "RUSH", de Ron Howard, actualmente en cartelera y película que tenía pensado ir a ver ayer, pero al llegar al cine me di cuenta que ya había empezado y mi memoria me había jugado una mala pasada grabando a fuego en mi cabeza las 20:30 cuando empezaba a las 20:05. En fin, cosas que pasan. Como era pronto y no me quería quedar sin mi sesión de cine, y al no encontrar alternativas apetecibles en la cartelera, decidí volver a casa y aprovechar la hora para calzarme una peli larga de las que tengo en casa, y la elegida fue JFK (1991) de Oliver Stone, y la verdad es que no pude haber elegido mejor.

JFK, para que os hagáis una idea, es una película que vi en el cine y que no volví a ver nunca más entera. Calculando, a ojo de buen cubero, la vi hace 22 años, con lo cual yo tenía 13, suficiente edad para saber de qué va, pero totalmente insuficiente para entender la cantidad de matices que tiene, la cantidad de información que vomita, y la intensidad de la crítica de Stone al sueño americano y sus instituciones.

Para quien a estas alturas no lo sepa, JFK narra la lucha de Jim Garrison (Kevin Costner), Fiscal General del Distrito de Nueva Orleans, en su afán de demostrar que tras el asesinato de John Fitzergald Kennedy se escondía un complot que involucraba a estamentos gubernamentales, servicios secretos, ejército americano, mafia, disidentes cubanos y lobbys empresariales.

La película no da tregua y va como un tiro sus primeras dos horas. Nombres y más nombres, información y más información, pero no pierde el hilo en absoluto ni se anda por las ramas. Estás en todo momento perfectamente situado si has prestado atención, y hasta tu compañero de butacas te parece sospechoso de haber participado de la conspiración. Stone sabe de qué va esto del cine y a través de un montaje que intercala imágenes de archivo, reproducciones ficticias en blanco y negro, y metraje de ficción, te introduce en el intrincado entramado que va descubriendo el fiscal Garrison en sus pesquisas, sirviéndose de un ritmo trepidante tanto de montaje como de puesta en escena, pues es una película en la que se habla mucho y bastante rápido, lo cual dificulta el proceso de la información, pero agiliza los sentidos y facilita que se fijen los conceptos  más básicos de la teoría que expone. Todo ello acompañado de la música del maestro John Williams que sirve como subrayador amarillo en los momentos más importantes de la trama conspirativa y como alivio dramático en las secuencias familiares de Garrison. 

Es curioso, en este punto, como Stone aprovecha el paulatino alejamiento de Garrison de su familia para dejar respirar lo que realmente nos tiene en tensión, que es la trama política. Y no le podría salir mejor. En casi todas las películas ese alivio dramático lo proporciona un personaje secundario que aporta algo de humor, una secuencia de montaje, o una trama secundaria sin mucha importancia. En JFK Stone consigue, con los momentos familiares de Garrison, que el espectador descanse de tanto dato y tanto nombre, y se relaje para asistir a las consecuencias que la búsqueda de la verdad está ocasionando en la vida personal del fiscal, y que además empatice con él. Quiero decir que la mujer, los hijos, la situación familiar, es dramática, pero Garrison está luchando en un montón de frentes y es necesario que alguien lo haga y el espectador lo entiende; y no es que no nos importe su mujer, es que necesitamos seguir indagando, justo igual que Garrison.

JFK te hace creer en lo que cuenta, posicionándose claramente y sin tapujos en favor de la teoría del complot, algo totalmente necesario para poder rodar esta película y hacerla llegar al público sin hacer el ridículo, pues aún hoy los archivos del caso están clasificados y el único juicio sobre la muerte de Kennedy, contra Clay Shaw, como bien cuenta el film,(spoiler) dio el resultado de "no culpable"(fin spoiler), por lo que oficialmente a JFK le mató Lee Harvey Oswald. Evidentemente Stone no es un cineasta nuevo en estas lides, pues antes ya había rodado películas incómodas para los USA como "Platoon" o "Nacido el Cuatro de Julio", pero a diferencia de aquellas en las que la crítica a su país podía ser más o menos velada, aquí introduce líneas de diálogo claramente dirigidas a meter el dedo en las heridas no cerradas y a remover conciencias sobre la idiosincrasia del imperio americano.

Evidentemente ese compromiso con la idea central de la película lo adquiere, y de qué manera, Kevin Costner, protagonista absoluto del film y sobre quién descansa el mayor peso interpretativo del mismo, en la piel de Jim Garrison, Fiscal del Distrito de Nueva Orleans, un hombre de justicia, que busca la verdad, y que no se puede creer la versión de la Comisión Warren y decide investigar en secreto lo que pasó ese 22 de noviembre de 1963 en Dallas - Texas, a partir de ciertas conexiones que situaban a Oswald en Nueva Orleans. Costner lo da todo en esta película y se mete de lleno en su papel, adoptando incluso el deje de las orillas del Mississipi a la hora de hablar. Proporciona una clara evolución a su personaje a medida que transcurre el tiempo en la película y va descubriendo más cosas, dejando la inocencia inicial de su personaje en un lugar muy alejado de la rabia y el coraje que le invaden al terminar.   Emocionante y espectacular, a nivel de guión y a nivel interpretativo la última media hora de película. A título anecdótico, ese año ni siquiera le nominaron al Oscar.

El resto del reparto no le va a la zaga: Tommy Lee Jones, Gary Oldman, Joe Pesci, Kevin Bacon, Jack Lemmond, Donald Sutherland, John Candy, Sissy Spaceck o Walter Matthau, por nombrar algunos de ellos, están todos geniales. Como anécdota para los seriéfilos aparece Michael Rooker, más conocido como nuestro amigo Merle de "The Walking Dead".

Puede que la crítica sea algo entusiasta con la película, pues en parte me confieso algo conspiranoico, pero los datos están allí, y las casualidades son demasiadas para pensar que fue una idea ejecutada por un solo hombre. Oliver Stone sólo te lo pone delante y te hace pensar que puede que no todo sea como nos dicen que es...¿Robert Kennedy? ¿Martin Luther King? ¿11-S? ¿11-m? ¿Atentado en Londres? ¿Maraton de Boston?