domingo, 27 de octubre de 2013

Jagten (The Hunt - La Caza)

"The Hunt" es una película danesa de Thomas Vinterberg, director de la también famosa y aclamada "Celebración", considerada la primera película del movimiento Dogma 95', y que como muchos de vosotros sabréis se caracterizaba, a grandes rasgos, por rodar sin música, sin decorados, sin iluminación artificial y cámara en mano. Aquí no os vais a encontrar nada de eso. Thomas Vinterberg se aleja totalmente del concepto Dogma 95 y se marca un film convencional, rodado de manera brillante, y utilizando los recursos clásicos de la manera más acertada posible. Esto lo digo para que nadie se eche atrás por el tipo de dirección de la película. No es  nada raro, ni hay improvisación actoral, ni "se ve mal porque no está iluminada". 

Entramos en faena. "The Hunt" es una película que debería ver todo el mundo, y luego entraré más en esta afirmación, pero que vaya por delante. Lucas es un profesor de unos 40 años que trabaja en una guardería tras haber cerrado la escuela donde enseñaba. Tiene un hijo que vive con su madre a quien no ve y con quien trata de normalizar la relación, y un grupo de amigos de la infancia en quienes confía y con quienes pasa el tiempo libre. En un momento dado, la hija de su mejor amigo, que acude a la misma guardería en la que Marcus trabaja, le acusa ante la directora de hechos muy graves. Esa afirmación es el desencadenante de una psicosis que recorrerá el pueblo y que a la larga convertirá a Lucas en un paria para el resto de su vida.

Thomas Vinterberg se toma su tiempo en presentarnos a Lucas y su entorno, sus amigos, su relación con los niños, su relación con su expareja, con su hijo , e incluso cómo esta superando el divorcio e intentando rehacer su vida con una compañera de trabajo. Al mismo tiempo, el director nos muestra como es su comportamiento con los niños, y en especial con Klara, la niña que le va a meter en este embolado. Sin renunciar al humor, VInterberg nos presenta la vida de un buen hombre de 40 años que está empezando a salir de una crisis personal, enfatizando lo que para el personaje es más importante en su vida: su hijo Marcus y sus amigos, en especial Theo, el padre de la niña. Y todo eso es necesario, porque nos está mostrando fuertes lazos que no van a tardar en romperse por culpa de la mentira de un niño y por la desconfianza y el miedo de una sociedad que dispara antes de preguntar, que acusa sin prueba alguna y que realiza juicios sumarísimos en la calle cuyas sentencias son más demoledoras que las que se dictan en los juzgados, y sus consecuencias, tal y como nos enseña Vinterberg, imprevisibles e imperecederas.

El miedo, la desconfianza y la psicosis colectiva se desatan hasta el punto de convertir en un paria a una buena persona, inocente y acusada injustamente. Dos escenas memorables: supermercado e iglesia. Sencillamente geniales. Alguien dirá que todo es muy exagerado, pero personalmente me parece magnífico el guión; no le sobra nada y tampoco le falta, todo tiene coherencia, aunque en ocasiones nos pueda sacar de quicio por las reacciones de algunos adultos y su comportamiento a la hora de abordar el tema, pero esas reacciones son necesarias si quieres realizar una crítica como la que esta película representa.

Las interpretaciones son espectaculares. La niña, el amigo, el hijo, pero sobre todo y ante todo, la película descansa sobre los hombros de Mads Mikkelsen, actor conocido por interpretar a Hannibal Lecter en la serie "Hannibal", y que se aleja radicalmente de ese personaje frío y calculador para regalarnos una interpretación desde mi punto de vista magistral, con la que te ríes, sonríes, sufres y lloras. De verdad, que las escenas del supermercado y la iglesia, y ya se que lo he dicho más arriba, son sobrecogedoras.

También está a la altura Thomas Bo Larsen, interpretando a Theo, personaje complicado, que se debate entre su hija y su amigo, y en el que se instala la duda permanente y la necesidad de perdonar o perdonarse.

Decía al principio que es una película que debería ver todo el mundo, y lo decía porque actualmente, y sobre todo en este país de pandereta y de morbo por lo ajeno, se han puesto de moda los juicios paralelos a los procesos judiciales penales más importantes, léase José Bretón, la niña Gallega, etcétera. Sin entrar a valorar la inocencia o culpabilidad de esta gente, lo que está claro es que desde el primer día están en la picota, y un juicio se desarrolla en la calle al margen del procedimiento judicial, y sin ningún tipo de garantía que proteja al acusado. Y eso es precisamente lo que cuenta "The Hunt". Eso y una profunda reflexión sobre el miedo, la amistad, el perdón y sobre todo, la desconfianza. El final me parece totalmente esclarecedor.

Espero que la disfrutéis tanto como yo.