jueves, 14 de marzo de 2013

En la casa

Hola a todos:

Después de casi tres años haciendo caso omiso de mi blog, he decidido recuperarlo para hablar de cine, realizar críticas de las películas que veo y paliar un poco la sensación de inutilidad que me embarga cada vez que pienso el tiempo que llevo sin trabajo, a pesar de ser un tío inteligente, resolutivo, cabal, válido y bla, bla, bla...


Empiezo esta nueva singladura por el espacio virtual comentando la película francesa "Dans la Maison" ("En la casa"), dirigida por François Ozon y protagonizada por Fabrice Luchini, Ernst Umhauer y Kirstin Scott Thomas en los papeles principales.


La cinta narra la relación entre Germain, un profesor de literatura con uno de sus alumnos, Claude, a quien le adivina un futuro prometedor como escritor tras la lectura una redacción del chico. Desde ese momento el mundo para el profesor Germain será distinto, viéndose arrastrado por el alumno a una espiral de insana curiosidad, y convirtiéndose en cómplice y mentor del joven escritor que desmenuza en sus redacciones los sentimientos que desarrolla en la casa de su compañero de clase, Rapha.


Ozon va al grano. Con una magnífica puesta en escena de corte clásico nos convierte a todos en lectores impacientes del cuento que Claude va escribiendo redacción tras redacción, haciéndonos partícipes de la confusión creada por el propio Claude acerca de la realidad o ficción de lo que escribe. Al mismo tiempo que Germain desarrolla una obsesión por lo que Claude escribe, éste se introduce cada vez más en la vida de la familia de Rapha, tratando tal vez de paliar las carencias de una infancia sin madre y de un padre minusválido al que tiene que ayudar. Por su parte Germain, encuentra un camino para olvidar la frustración de no haber podido alcanzar el éxito como escritor ayudando a esa joven promesa en la que se ve reflejado, convirtiéndose en una obsesión, hasta el punto de cometer actos de una más que dudosa catadura moral y de abstraerse del mundo real en el que vive.


La historia se va desarrollando con buen pulso, dejando respirar lo justo la trama principal para desarrollar la vida de Germain con su mujer y los problemas por los que ésta atraviesa, aprovechando a su vez para mostrarnos cómo los miembros de la familia de Rapha se van convirtiendo en personajes no solo de las redacciones de Claude, sino también de las vidas de Germain y Jeanne, su mujer.


Todas las interpretaciones son magníficas, pero cabe destacar el trabajo del joven Ernst Umhauer en el papel de Claude, que consigue con un amplio despliegue de matices, y ayudado también, todo hay que decirlo, por una acertada voz en off, sembrar la inquietud en el espectador, jugando con la ambigüedad de sus impresiones respecto de sus redacciones en el ánimo de seguir las instrucciones de su profesor, a quien manipula tanto como a los espectadores en una especie de juego macabro que es al fin y al cabo lo que es esta película.


Si a todo ello le sumamos una partitura dominada por el piano y el violín que aparece siempre en los momentos oportunos y que añade más tensión si cabe a los mejores minutos del metraje, y una fotografía limpia y cuidada, estamos ante lo que es para mi, una de las mejores películas que he visto este año y que recomiendo encarecidamente.

Al final se trata de contar historias y que alguien esté dispuesto a escucharlas, pero...¿a cualquier precio?